มรณสติ
Por Luisa González
[textmarker color=»F76B00″ type=»background color»]RESEÑA[/textmarker]
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Este film de Thunska Pansittivorakul y Phassarawin Kulsomboon es un complejo entramado de historias e imágenes para criticar el régimen con el que la monarquía y los militares gobiernan Tailandia desde hace noventa años. La película está hecha a partir de imágenes robadas, fragmentos de televisión, y videos tomados probablemente de las plataformas en línea. Este found footage es orquestado junto a una serie de puestas en escena, en su mayoría eróticas –cuerpos masculinos que bailan, sonríen, coquetean y tienen sexo. Es delirante, nos sacude y no da tregua. La crítica al régimen se produce –sin necesidad de señalamientos directos– en capas de sensaciones y universos que nos hacen testigos de un baile macabro –desde las masacres de protestantes, a las extrañas muertes en el bosque donde la monarquía tiene su casa vacacional, al desaparecimiento de líderes indígenas que habitan en ese mismo bosque, a la muerte de los reyes. Unas muertes que valen mucho y otras que no valen nada. Cadáveres que se acumulan, versus los ritos funerarios del monarca.
La película es, entre otras, una prueba de vida y resistencia en un país históricamente oprimido, donde la muerte violenta es el pan de cada día. Por ejemplo, la inclusión de materiales y la puesta en escena que pone de frente el discurso xenófobo frente a la masiva migración de personas de Miramar, deja ver cómo el desprecio por la vida se ha hecho sistémico y habita en muchos tailandeses.
Danse Macabre no puede ser vista en su país. Solo se ha presentado públicamente en Taiwán, Corea y Ámsterdam. Es una película beligerante, un grito, un escupitajo en la cara del rey y del presidente. Durante el conversatorio que sostuvo Phassarawin Kulsomboon con los asistentes de la función del catorce de noviembre en IDFA, comentó cómo los NPC (non-player character) que aparecen en el film son una metáfora de sí mismos, los realizadores de esta obra. Habitan en el régimen como un bicho, un glitch en el sistema. Danse Macabre es también así una película hecha para habitar en la trasescena. Por fuera de cualquier narrativa o estética convencional, esta obra es un glitch en el sistema mismo del cine.
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Luisa González
Candidata a doctorado del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Ámsterdam. Magíster en Estudios Cinematográficos de la misma universidad, y Comunicadora Social de la Universidad del Valle. https://luisagonzalez.hotglue.me/
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