Lxs cuerpxs mutantes y las políticas de la ficción:construcción de antidiarios políticos íntimos paródicos performáticos de cuerpos en tránsito
Por Lucía Diegó
[textmarker color=»F76B00″ type=»background color»]ENSAYO[/textmarker]
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Nota: este texto debe ser leído como lo que es; un amasijo de ideas que no buscan una cohesión científica sino una apuesta por el delirio.
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El cuerpo ha dejado de ser cuerpo para convertirse en un continuum de experiencias y relatos que producen otras narrativas, otras variables de la ficción que funcionan como espacio político de resistencia. El cuerpo se niega a tener un único significado “corporal” y se expulsa al mundo como relato mutante, relato de ficción, de ciencia ficción, relato mítico, relato fluido, amasijable, expandible; relato mitológico para crear de nuevo el mundo.
Desde el año 2010 vengo desarrollando una investigación que no es otra cosa sino un performance de experimentación cotidiana, en que mi cuerpo es narrado en relación a los encuentros con otros cuerpos y con el propio cuerpo, la propia cuerpa. Acciones cotidianas, micropolíticas del espacio público o del espacio íntimo, conexiones erótico-afectivas, etc., hacen parte de los insumos con que elaboro mi relato. Yo les llamo narrativas cuirr (1), y corresponden a una serie de narraciones encarnadas en mi experiencia como sujeto con pene que se enuncia políticamente como mujer; mi experiencia como cuerpo latinoamericano, cuerpo mestizo, cuerpx feminista, hijo sin madre y sin padre, es decir no-hijo, cuerpx mutante, cuerpx inhumano (2) .
Mis cuerpos se extienden, alejándose lo más posible del sistema de normas de los patriarcados, pero no pueden desprenderse totalmente de ello. Por lo que enuncio dos formas de ser cuerpo en el mundo: una experiencia dura, tosca, basada en el deambular cotidiano de nuestros cuerpos por el mundo lleno de bancos, oficinas, recibos, datos, etc.; y una experiencia blanda, suave, moldeable, basada en el delirio y la fiebre como mecanismos para la mutación de los cuerpos, en nuestras prácticas políticas, en la reescritura de las historias, en la reinvención del mito, la embriaguez y el feminismo. Aquí el enlace de un producto audiovisual que hice bajo la idea de suplantación, impostación de otrx cuerpx, para mi amigx Giusseppe Campuzano:
Apelo a la construcción de relatos de ciencia ficción, reinvención del mito, impostaciones, narraciones paródicas y micropolíticas performáticas para hacerle frente a las estructuras normativas de las culturas patriarcales. A partir de esos relatos he construido un antidiario íntimo paródico y performático que lleva por título: “Inserción quirúrgica de corazón mutante en vagina colgante con cuerno flotante de rinoceronte”; es un conjunto de relatos académicos, poéticos, mitológicos, gráficos, delirantes, que no son otra cosa sino un vómito que sale expulsado con la finalidad de salpicar el mundo. La construcción de antidiarios performáticos nos permite delirar sobre la constante mutación de nuestros cuerpos y cómo podemos conversar, desde el arte, las prácticas feministas, las experiencias místicas, las hipótesis científicas, los impulsos tecnológicos, con la comunidad y las instituciones que nos rodean.
Un antidiario, por supuesto, es atemporal, y se alimenta de historias cruzadas, relatos híbridos que tienen algo de sueño, de realidad, de delirio, de impostación. La cotidianidad está llena de ficciones alimentando las pupilas. Cada performance es un relato que podemos aprehender para transformar en potencia política.
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Día 26.- Cambio de nombre en escritura pública
Resultado: en proceso
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Luego de cambiar mi nombre en el documento de identidad –performance político para la transgresión del postulado “el nombre debe ser acorde al «género» asignado”- he recibido distintas respuestas que alimentan aún más mi performance. Me han llegado correos electrónicos de empresas o instituciones que inician el mensaje con un: “Señora Lucía…”. Me han colgado el teléfono de posibles empleos a los que envié hoja de vida, porque “mi nombre no era consecuente con mi voz”. O, me han preguntado el origen de mi nombre con tanta honestidad que he terminado hablando de feminismo y otrxs cuerpxs mutantes, rarxs, en constante resistencia.
El cambio de nombre en escritura pública es una ficción que se transforma en potencia política y que aprovecho cada que puedo para “tirar línea”. La sola mención de un nombre considerado femenino ubicado geográficamente en un cuerpo “¿masculino?” es ya un ejercicio de resistencia que sirve de manera estratégica para comenzar a reescribir las tecnologías del género. Sin embargo, no deja de ser un dolor de cabeza. El constante tránsito entre oficinas y papeles puede resultar un tanto odioso. Cuando intenté llenar el formulario de afiliación a la ARL el “sistema” me arrojó un error: el nombre “Lucía” no es consecuente con el sexo “M”.
Hubo un tiempo allende la aparición de los seres coghnidi, que llegaron a la tierra en naves de cristal, cuando los circuitos y bases de información corrían libremente por el espectro electromagnético, recopilando la información obtenida de las experiencias corporales de todos los seres que habitaban en la tierra. De esta manera, cada que alguien o algo acudía a las oficinas de la iRegulación Local de Propuestas Anárquicas, era llamado o llamada o llamade, de la manera en que quisiera ser llamado, llamada, llamade, sin necesidad de hacer preguntas incómodas: “cómo quieres que te diga?”. –tomado del libro Codex coghnidi.
Preparar el cuerpo para ser un cuerpo distinto cada vez. No es posible ser el mismo cuerpo con el vecino que pone el equipo de sonido a todo volumen que con el amante. A menos que vecino y amante sean la misma persona. Impostamos todo el tiempo. Nos vestimos diferente para ir a una entrevista de trabajo, porque corremos el riesgo de ser juzgados por la ropa y no por el conocimiento. Nos vestimos de mujer porque “así se visten las mujeres”. Nos vestimos de hombre por lo mismo.
Los mitos se agarran con fuerza en los cimientos sobre los cuales se construyeron las culturas –y con tanta fuerza las iglesias-, y crecen, tienen pelos largos larguísimos que se cuelan por los orificios todos de los cuerpos y se clavan en la mente. El amor romántico, el “madre sólo hay una”, “la sangre llama”, Adán y Eva, el coco que se lleva a los niños que no comen, etc. Se necesita de un nuevo lenguaje para poder entender las búsquedas en el feminismo. Por ello, la imagen delirante, la ciencia ficción, la reinvención del mito, funcionan como elementos clave para la lectura de este relato que aquí menciono. Se trata de incorporar nuevos mitos, hacer relecturas que sean más consecuentes con las realidades situadas. ¿Acaso el coco se llevará a los niños que no comen porque no tienen qué comer? ¿Acaso las personas que tienen más de una madre, deben escoger sólo a una y quererla como la que más?
No se necesita ir muy lejos para hacer una etnografía sobre las ficciones de la cotidianidad y hacer una descripción de todxs esxs seres mutantes que vemos a diario. Mi abuela fue diagnosticada con alzheimer, en una etapa inicial; reconoce a las personas, pero ya no sabe en qué pueblo nació, ni cómo se prepara un tamal. Cuando alguien le habla de un pueblo cualquiera, ella toma ese pueblo como propio y dice: “allí nací yo, ¡cómo estará de cambiado!”, y así con cada pueblo, reinventando cada vez su nacimiento. Mi abuela… se me antoja un ser mitológico, un ser que nace y vuelve a nacer con cada cuento. En la calle veo una mujer negra (3) que lleva su pelo afro, extendido hacia el mundo, como si quisiera envolver las nubes y hacer de ellas una tormenta repleta de tamboras: luego me dice que ella no sabe nada de tambores, que apenas está aprendiendo, que de chiquita se la llevaron muy lejos y su nueva familia escuchaba otra música; se me antoja ser mitológico, la diosa exiliada que nunca escuchó un tambor. A su lado otra mujer negra, con el pelo liso, largo, con la ropa pegada al cuerpo; y se me antoja ser mitológico. ¿De dónde vienen? ¿cómo llegaron a ser ese cuerpo?
La Construcción de antidiarios políticos íntimos paródicos performáticos de cuerpos en tránsito no es otra cosa sino el ejercicio de vomitar el propio cuerpo al mundo y recopilar los relatos con que ese cuerpo entra en contacto con otros cuerpos-vómito. Delirio. Fiebre. Té de pierna en cultivo hidropónico.
Lucía Diegó:
Lucía Diegó es una sujeto productora de prácticas feministas. Nació hombre biopolítico pero se hizo mujer. Su trabajo de experimentación audiovisual y teórica la lleva a descomponer su cuerpo en muchos cuerpos mutantes. Es mujer, es hombre con hache minúscula, pero también es cyborg. Cuerpo mutante.
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1 Cuirr: cuerpos irreductibles. Lectura situada para la palabra inglesa queer. 2 No me apropio del concepto de Humanidad sino que pasó de largo hacia otras posibilidades conceptuales y sensoriales de la experiencia corporal y política. 3 Ante la palabra velada, prefiero la resignificación de los insultos. No me gustan las palabras afrodescendiente, homosexual, gay, entre otras, porque funcionan como conceptualizaciones de grupos poblacionales ajustados a la norma, que encajan, que son incluidos. Reescribamos los insultos y usémoslos como potencia política: negro, marica, rarx, indio.