Luisa GonzalezDry ground burning (Mato seco em chamas)

Por Luisa González
[textmarker color=»F76B00″ type=»background color»]RESEÑA[/textmarker]

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Cuatro mujeres lideradas por Chitara, llevan un negocio de petróleo robado en el norte de Brasil. Léa, la hermana media de Chitara, acaba de salir de la cárcel y se une al negocio, y a esta película en donde transitan del mito a la imagen, y se hacen, como dirá Léa, estrellas de cine.

Mato seco em chamas nos pone ante esas otras formas de gobernanza que surgen desde aquelles que han sido dejades en el margen, en este caso, en la periferia de Brasilia. El accionar de las hermanas gasolineras, como son llamadas popularmente, es un acto de justicia social a final de cuentas, pues ese petróleo robado no llegaría a beneficiar a las poblaciones de dónde es extraído. Así, la trama de la película se construye a partir de esas formas de hacer democracia desde lo popular, si se le quiere llamar así. Es el caso de Andreia Viera, una de las gasolineras, que busca una carrera política a través del PPP, Partido Popular de los Presos. Recordemos cómo en Brasil poblaciones negras que han pasado por la cárcel han formado una extensa comunidad que genera formas de gobernanza paralelas a las del estado –el PCC. Desde dirigir cárceles enteras, a la distribución de la justicia criminal de manera más rápida y asertiva que las fuerzas policiales (Alves, 2013; Denyer, 2017). La campaña política de Andreia se relaciona con ese movimiento popular de agencia criminal en la que poblaciones históricamente oprimidas por su clase y raza han encontrado formas de participación ciudadana. De ahí que el fragmento donde vemos a los seguidores de Bolsonaro, tras ganar las elecciones presidenciales del 2018, cobre sentido cuando se antepone a la imagen de Andreia con los juegos pirotécnicos a sus espaldas y vistos desde la distancia del barrio polvoriento y periférico al que ella pertenece. Esos seguidores de Bolsonaro filmados en el centro de la ciudad, nos permiten ver realidades paralelas. Una población que temerosa se refugia en el proyecto de nación y de un dios protector, para aniquilar esa Brasil que decidió salirse de los márgenes de control y crear sus propias formas de subsistencia.

Estas mujeres fuera de los estándares de belleza, se hacen estrellas de cine al ser retratadas en un escenario que balancea lo sublime con la crudeza de su barrio Sol Nascente. Calles sin pavimentar, y un polvo amarillento y rojo que genera un aura. El petróleo negro que cae en sus pieles, acompañando la celulitis, los tatuajes, las cicatrices. Y el fuego que permanece prendido como un aviso de cuidado que esto en cualquier momento se prende, que estamos rodeadas de litros y litros de gasolina. Es ese escenario crudo y a la vez elaborado que les cineastas construyen, una mezcla muy fina entre lo documental y la ficción. Al final, no sabemos quiénes son estas mujeres. Si nos contaron su historia ante la cámara o ensayaron una y otra vez las líneas escritas en un guión. Lo que les puedo decir es que esta película estuvo en IDFA, un festival que dice restringirse a lo documental. No sólo por esta película sino por otras de su selección como Moeders (Nirit Peled, 2022) o Anhell69 (Theo Montoya, 2022), la curaduría de IDFA deja claro una vez más la inutilidad de enmarcar una obra como documental o ficción. La extensa discusión e intentos de historiografía y clasificación del cine documental, se presentan hoy inútiles en un momento en el que se habla de posverdad. Un momento donde la realidad, lo que es verdadero o no, deja de importar en medio de discursos polarizantes y maniqueos actualizados en los nuevos medios de comunicación. Ya una obra “documental” no vale por sus elementos de lo real o verdadero, sino por la construcción que hace de ideas o mundos que devienen de lo vivencial de aquello(es) que retrata. Películas hechas de sentires, ya sea los que genera un universo íntimo de quien se filma y lleva un diario, o una voz colectiva que decidió que una cámara se insertara en sus rutinas. Este último parece ser el caso de Mato seco em chamas, una obra totalmente relevante para la comprensión de otros modos de agencia política, por fuera de ideas totalizadoras de democracia occidental.

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Luisa González 
Candidata a doctorado del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Ámsterdam. Magíster en Estudios Cinematográficos de la misma universidad, y Comunicadora Social de la Universidad del Valle. https://luisagonzalez.hotglue.me/

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Referencias

– Denyer Willis, Graham (2017) ‘Before the Body Count: Homicide Statistics and Everyday Security in Latin America’, Journal of Latin American Studies, 49 (1), 29-54
– Alves, Jaime Amparo (2015) ‘Blood in Reasoning: State violence, contested territories and black criminal agency in urban Brazil’, Journal of Latin American Studies, 48, 61-87.