Aprendiendo a ver con otras voces: Video, memoria y cultura popular.
Algunas instantáneas (en proceso) de un archivo oral (1) de la cultura del trabajo ferroviario y su organización social en la ciudad de Valparaíso.
Del Colectivo Muro
[textmarker color=»F76B00″ type=»background color»]INVESTIGACIÓN[/textmarker]
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I
Durante el año 2007, el Colectivo Muro desarrolló el proyecto de arte colaborativo “Tejiendo Barrio” en la población obrera (2) José Ignacio Zenteno del Cerro Barón de Valparaíso. Dicho proyecto, sobrepasando su horizonte de desarrollo, permitió la resignificación del conjunto habitacional y su espacio público de terrazas por parte de la comunidad (3) por medio de experiencias de taller (expresión corporal, dibujo comunitario, radio-foro, registros audiovisuales, proyecciones) y acciones (juegos, convivencias, asambleas). En ese contexto, el Colectivo Muro se vinculó activamente con organizaciones de base como el Comité de la Población José Ignacio Zenteno, la Junta Vecinal N°4 del Cerro Barón, la Junta Vecinal N°53 del Cerro Lecheros, el Centro Cultural Barón, el Centro Cultural Amigos de la Plaza Balzac, el Centro Atlético Juventud (CAJU), entre otros, así como también la Escuela Juan de Saavedra, donde nuestra actividad como proyecto y la red de cooperación permitieron la confianza para la manifestación de numerosos testimonios orales sobre la asociatividad política en el sector con su vida cultural comunitaria, lo que paulatinamente permitió comprender, desde el trabajo de arte colaborativo y de comunicación contextual (4) , la relevancia local del complejo ferroviario a los pies del cerro en la memoria colectiva y de la urgente necesidad de historizar el pasado reciente y vivo, para facilitar procesos de enunciación y recreación colectiva que posibiliten la emancipación popular (5).
En ese entonces, el Colectivo Muro ya delineaba su campo de trabajo bajo principios de la educación/comunicación popular (6), desbordando críticamente la tradición disciplinar artística para así producir y circular mediante experiencias directas en el terreno.
Sirva esta introducción, para poco a poco, con la mirada de los relatos, ir discurriendo a través del proceso de hacer video comunitario y llegar a las posibilidades de un archivo oral de la cultura del trabajo ferroviario y su organización social (7).
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. II
Así llegamos al día 1 de Octubre de 2009. Vamos con nuestro amigo Marcelo Expósito (8) subiendo desde el Pasaje Quillota, por los pies de la Población José Ignacio Zenteno, cruzando la Avenida Diego Portales. Afuera del recinto de las sociedades mutuales, nos espera Manuel. Con sus anteojos, su chaqueta clara, su voz conmovida. Comenzamos a recordar, comenzamos a ver. A su espalda, la Tornamesa, los talleres de la Maestranza Barón y la Bodega Simón Bolívar, entre otros.
Así encontramos la presencia de Manuel Gómez, con casi noventa años de edad, fue trabajador del Taller de Reparación de Coches, Jefe del Laboratorio Eléctrico de la Maestranza y dirigente de varias sociedades mutuales aún vigentes (9) . Considerando esas claves como fragmentos relevantes para la composición de la historia local (10) , el proyecto de Archivo Oral de la Maestranza Barón de Valparaíso inicia su investigación desde una serie de conversaciones registradas audiovisualmente con la familia en el barrio (11), desprendiéndose una compleja y simultánea trama de experiencias como trabajador, dirigente gremial y vecinal durante toda su vida, que plantea la urgente necesidad de comunicar los rastros de estas memorias (12) fluctuantes depositadas en sus testimonios así como en los diversos documentos de su pertenencia, con el deseo (13) manifiesto de mantenerlos y proyectarlos a los otros, imaginando siempre un futuro más solidario desde el compromiso cotidiano (14).
Nos saludamos, que alegría, vamos conversando y entrando en una atmósfera tan cálida, una atmósfera afectiva. En ese reconocimiento, comprendemos que está enfermo, que ya ve poco pues tantea el espacio buscando su lugar para hablar. Es la voz la que nos sitúa y da lugar a la memoria. El frío de la bahía lo hace toser más de alguna vez, pero Manuel es ferroviario antiguo: no podría faltar a su palabra y menos a sus amigos, nada lo haría irse antes de grabar la entrevista.
Hablamos de su trabajo, hablamos de las sociedades: “(…) ¿Cuando empecé a trabajar yo? El año 1949. Trabajé en el Taller Eléctrico y en otro taller que está más abajo que es de Alumbrado, o sea, esos son todos electricistas los que trabajan en el taller de Alumbrado. Porque, los coches, tenían baterías para alumbrar sus coches. Cada coche tenía su batería… para alumbrarse. Y, entonces, todos eran electricistas ahí. Eran unas baterías que se llamaban… de… alcalina. Ese era el servicio que prestaba ese taller. Al lado estaba la Cochera donde… se mantenían todos los coches que integraban los trenes a Santiago. Había coches, en ese tiempo, había coches de primera, segunda y tercera clase (…)”. Manuel abre los ojos y sonríe, va recordando. Y hay silencios que dan lugar a su memoria, para llegar a esos momentos que nombra. No quita su mirada de la cámara, sus ojos cruzan la imagen mientras se le pierden algunas palabras, algunas líneas, que retoma para concluir su historia.
Allí le preguntamos cuándo dejaron de funcionar los talleres y nos dice que: “(…) el de la Casa de Maquinas dejo de funcionar el… hace más de treinta años. Y el otro no, el Taller Eléctrico dejo de funcionar hace poco…”. ¿Treinta años? No logramos comprender esa cantidad de tiempo ni, sobre todo, el espacio de su tiempo. La historia oficial no incorpora las memorias de los obreros, entre ellos, los obreros de la industria ferroviaria. Esta ciudad –Valparaíso– ha hundido en el mar la memoria del ferrocarril.
¿Cuánta gente trabajaba con usted?, entonces emergen sus compañeros de trabajo y sus vecinos del cerro: “(…) Ah, en el Laboratorio éramos 6 solamente, pero acá, éramos como 60 los electricistas en el Taller Eléctrico… 60 se dividían en los distintos trabajos para hacerle mantención a las locomotoras… habían especialidades… en Generadores, en Motores, en Pantógrafos, en fin, en todo lo que fuera electricidad de la locomotora habían 60 operarios más o menos… y los otros 60 operarios eran para… para la mantención Mecánica, solamente Mecánica. Mecánica de los motores, del montaje de los motores, los frenos, todo eso… y los bogies. Porque los bogies se montaban, se montaban los motores y después se montaban en la locomotora (…)” Y así vamos re-conociendo un poco sobre ese edificio y complejo industrial semiderruido que está en la ciudad, que todos ubicamos y creemos saber qué fue, que creemos saber qué es, pero lo ignoramos déspotamente. Así vamos conociendo un poco más sobre la gente que habitaba esa construcción declarada Monumento Nacional, ese edificio que aún espera por reconocimiento (15) .
A veces sólo falta una palabra para recordar, a veces el tiempo del recuerdo es otro. La mente de Manuel permanece activa, su energía quiere abrirse. Sólo sus ojos están cansados, sólo su tos nos recuerda su fragilidad, que trató de mantener a raya con voluntad férrea.
Nos dice que ha estado recordando unas grabaciones hechas en su magnetófono alemán que compró a un traficante portuario en el año 1965, en las que se escucha el discurso de Allende y los bandos militares. Nos indica que después podremos revisar esas cintas en la Población “Los Cóndores” (Luis Orlandini), lugar donde él vive. Siento que no comprendemos mucho de lo que se trata. Sin embargo, si sentimos que su memoria va y vuelve sobre otro punto lentamente, dando la impresión de que sus recuerdos sólo quieren estar en otras cabezas. Y los comenzamos a atesorar en nosotros.
Caminamos por la calle Blanco Viel hacia la población obrera Luis Orlandini, una población ubicada entre las calles Ercilla y O`Brien del Cerro Barón y construida en el año 1962 gracias a una cooperativa de los trabajadores ferroviarios de la Maestranza Barón de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) para conseguir una solución de vivienda definitiva para sus familias. En su departamento, grabamos sólo 30 minutos de audio. Su voz, estremecedora, no permitió la existencia de una imagen. Sólo el reconocimiento de su voz permite seguir la historia pues la imagen de su rostro se hizo un cuadro negro.
Tras el desmantelamiento nacional de la industria del ferrocarril por parte de las Fuerzas Armadas golpistas desde 1973 (16) , la exponencial especulación inmobiliaria y la obsolescencia de los barrios a la fecha (17) , continúa albergando a ex trabajadores y su comunidad. Desde ese momento, la vida comunitaria del sector que rodea la Maestranza de la ciudad, comienza un proceso sistemático de desaparición. La dictadura militar comienza con la desarticulación de la industria ferroviaria el mismo día del golpe, proceso conocido tres semanas después por televisión como de “racionalización” (neoliberal) y promovido por la Junta General de Gobierno a través del ingeniero comercial José Luis Federici y la Cámara Nacional de Comercio en alianza con el gremio de los camioneros, cuyos accionistas también eran miembros de la derecha golpista. Hoy lo sabemos por tantas otras voces y documentos.
Pero cuando una voz se encuentra con otra voz, se modifica nuestro mirar y pasamos a ver. Así, el proceso de transformación desde el video comunitario al archivo oral como espacio es endógeno pues seguimos el proceso del diálogo personal a la conversación grupal y viceversa. Sin embargo, siempre estamos tensionados entre el primer plano y el lugar, entre el ir y venir del recordar. Por eso que todas las proyecciones siempre han sido asambleas donde el registro incluye la dimensión de un espacio simultáneamente doméstico y público. En ese momento, se va editando el registro bruto para comunicar trayectorias biográficas y colectivas, procesos de interpretación, líneas temáticas, interlocuciones (18) . Hay una co-edición desde el acto de recordar, los gestos van tomando el espacio y permiten la construcción de lugar porque las experiencias allí, se pueden encontrar.
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III
Después de un par de meses caminando la espacialidad social del sector Barón (Av. España, Av. Argentina, El Almendral, incluyendo Cerro Placeres y Cerro Barón), siguiendo registros de ambientes y actividades públicas, fuimos comprendiendo con la cámara las dinámicas del lugar. De abajo hacia arriba y luego de modo aleatorio, trabajamos días completos siguiendo huellas.
Ese ejercicio de observación y recorrido, de trayectos del cuerpo con su sensorialidad desplegada a los impulsos del entorno, nos permitieron ir comprendiendo las relaciones del barrio, no disociando la imagen de la experiencia del colectivo que las grababa. Y si bien, la cámara al comienzo se hacía notoria, la propia actividad cotidiana de las relaciones con los vecinos la fue incorporándo a los acontecimientos y discursos, por lo que en ese proceso fue cuando comenzamos a facilitar y comunicar el por qué se hace esto, para qué, quiénes lo hacen, con qué recursos, conversando con cada sociedad y ex trabajador ferroviario que quisiera. La confianza se fue construyendo desde la recurrencia de los encuentros, los afectos se tejieron desde las innumerables escuchas y conversaciones sin tiempo, más allá de una idea de realización porque, en verdad, no la teníamos. Sólo éramos voces; las imágenes comenzaron a latir en nosotros.
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IV
Durante el año 2010, grabamos conversaciones con otros trabajadores; los días 7 y 28 de Abril con Rubén de la Fuente –administrativo y dirigente de la Corporación Mutual Ferroviaria de Salud–, el día 26 de Mayo con Clodomiro Robles y Carlos Álvarez –técnico y dibujante proyectista miembros de la Sociedad de Socorros Mutuos Ferroviarios de Valparaíso–, el día 4 y 12 de Octubre con Eliseo Garrido –maquinista y miembro de la Sociedad Mutual Santiago Watt–.
Los días 16 de Noviembre del 2011 y 9 de Julio del 2012 realizamos asambleas en las dependencias de la Sociedad Mutual Santiago Watt, donde nos reunimos a visionar videos de las entrevistas y a conversar sobre ellas, ampliándolas, corrigiéndolas. Experimental es el dispositivo de proyección de entrevistas para la conversación sobre ellas que se graba y genera nuevas revisiones. Coro, polifonía, políticas de la diferencia. Un dispositivo que permite una historia desde abajo, desde adentro, donde se aprende a ver con los otros y sus voces. Un dispositivo de subjetivación.
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. V
El día 7 de Agosto del 2012, hicimos una grabación-conversación con Darío Muñoz –herrero y dirigente de la Corporación Mutual de Ex Trabajadores Ferroviarios de Valparaíso–. Así se actualiza la memoria obrera ferroviaria de Valparaíso, así puede asomar la presencia de la Maestranza.
“(…) Me ofrecieron el Taller Herrería y ahí empezó mi actividad hasta los 26, 28 años que alcancé a trabajar en ferrocarriles. Eh… llegué a un taller, llegue a la maestranza y en ese momento éramos más de 3.000 los ferroviarios que habíamos. Teníamos talleres de 900 hombres. El taller al que yo llegue el `53, un trabajo bien pesado, era la herrería, pero me adapté al trabajo… me adapte al trabajo y logre estar hasta el año… 1979”. Así se desarrolla la conversación con Darío. La oficina está pintada color verde agua, calendarios con locomotoras, postales e informaciones para los asociados de la Corporación; una estantería con muchas bandejas conserva las fichas de todos los socios de la mutual. Lo sé porque Darío atendió una llamada telefónica y accedió a una de las bandejas. Cien años y aún es posible ver cómo funciona una sociedad mutual en el barrio. El socio que llamó quería atenderse por una enfermedad en el hospital y Darío le dio las informaciones específicas para que tuviera una buena experiencia en el servicio público de salud, incluyendo las coberturas de la sociedad.
Una taza de café y galletas dan paso a un nuevo momento entre nosotros. “(…) Herrería era un taller muy sacrificado, donde habían trabajadores de mucho esfuerzo, y… una de las cosas grandes que… en la que me toco participar, dado la edad que tenían ellos y el estado en que trabajaban, me interese por ser delegado del taller, ante el sindicato, ante los jefes de la Maestranza. Por el hecho de que mis compañeros eran gente que… no tenían mucha preparación realmente ah, pero… y era muy sacrificada, entonces empecé a pelear de ahí, siendo delegado del taller, por los derechos de los trabajadores. Cosa que me tuvo hasta el año `73 que se origino el golpe de estado. Una época muy traumática para los ferroviarios, por el hecho de haber sido… haber dado… todo nuestro esfuerzo y… viendo la forma en que fuimos tratados. Nos colocaron un, en la Maestranza colocaron un delegado de gobierno (…)”.
Palabra a silencio, Darío teje su relato con el de Manuel, y así interminablemente. Una imagen proyectada en un espejo ampliándose desde su interior hacia la profundidad infinita del prisma de luz. Rubén, Clodomiro, Carlos, Eliseo, Mario, Luis y muchos otros. Imagen-espejo, video-espejo. El paisaje cultural (19) de Valparaíso asociado a su desarrollo industrial apareciendo por doquier. La historia borrada tomando presencia en cada uno de nosotros.
“(…) Yo estoy orgulloso de haber sido ferroviario y voy a morir siendo ferroviario”. Solidaridad, es una palabra que emociona a Darío y es la palabra que podríamos hacer imagen para hablar de esta memoria, cuando su cuerpo se detiene a recordar y las palabras y gestos quedan suspendidos para poder decir. Cuando al cuerpo le vuelve su imagen-recuerdo, ésta puede decirse. Cuando el cuerpo incorpora el decir, la imagen-recuerdo puede imaginarse, entonces desde un sujeto ocurre el tejido de una historia donde los ex trabajadores ferroviarios sostienen una memoria contrahegemónica.
Por eso cuando nosotros nos damos cuenta de quién es el que nos habla como sujeto social y político, comprendemos que no carece de posición dentro de su comunidad ni del propio trabajo audiovisual. Existe una conciencia de que el dispositivo genera un distanciamiento en la medida que cuestiona sus propias condiciones de producción y reflexiona críticamente sobre los acercamientos metodológicos para con su pasado reciente. Siguiendo esa trayectoria, el quehacer del video comunitario es comunitario, es una labor colectiva. Y en términos genealógicos, el cine y el video son manifestaciones propias de la corriente realista en la historia del arte (20) .
En construcción formal, debemos hacernos cargo de la realidad, pensando y dando cuerpo a las problemáticas de nuestra sociedad contemporánea como sistema, mostrando las contradicciones y lo conflictual, permitimos que la memoria no sea nostalgia de lo que ya fue sino que sea un espacio presente de lucha por la construcción de nuestra subjetividad y de nuestra historia. La práctica viva de la memoria es mover o agitar el presente con un acontecimiento.
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VI
12 de Febrero del 2013. Después de cuatro años de trabajo autogestionado, hemos financiado un año de programación a través del FONDART (21) . Este hecho es relevante para el colectivo dado que se facilita un proceso de sistematización de la experiencia, lo que permite abrir el proyecto, convocando a otras personas para que piensen al respecto. De esta manera, se han unido ex trabajadores, otras sociedades mutuales, universidades, investigadores, tesistas, colaboradores, medios de comunicación, entre otros, a una iniciativa que busca trabajar con otros, es decir, invitar a que otros más oigan y puedan ver con esas otras voces, la historia mutualista y sindical del pasado reciente de la ciudad.
Después unos meses de pausa y con ese sentido en el cuerpo, continuamos compartiendo y grabando con Luis Soto, Óscar Rocuán, Fernando Lucero, Óscar Carvajal, Mario Tapia, Alejandro Guerrero, Gerónimo Cortés, Rolando Castro, Luis Díaz, Óscar Hernández, María Veragua, Victor Ehijos, Jaime Opazo, Miguel Mancilla, Manuel Gálvez, Alejandro Espinoza, y tantos otros, donde el vínculo con los trabajadores y sus familias se retoma siempre desde el mismo lugar, el lugar vivo de la memoria, de la convivencia. Y de hecho, hoy más que nunca, es desde la incitación de la narración y su imagen como herramienta política donde se desarrolla la convivencia.
La oralidad y la práctica audiovisual, van haciendo un lugar, van haciendo una cartografía, haciendo aparecer un relieve de subjetividades, una espacialidad social. Una memoria que imagina, que se dispone a si misma a estar en movimiento con otros y, en la medida que va amplificándose, se actualiza críticamente con la contingencia de esta ciudad de cesantes, con esta ciudad-puerto sin puerto, con esta ciudad de mudo ferrocarril. Valparaíso se ha precarizado bajo los impulsos de la hegemonía capitalista, y simultáneamente sus memorias del trabajo ferroviario desmantelan la historia escrita y la revuelven con su voz emergente, su humano murmullo. Nosotros ponemos el cuerpo y la cámara a hacer política, ha hacer educación/comunicación y creación colectiva.
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Colectivo Muro
El colectivo surgió como una propuesta editorial autogestionada en el año 2004 por estudiantes de arte que proyectó el trabajo como acción política dentro de la universidad, estableciendo un espacio portátil de participación para ir construyendo desde la precariedad otras condiciones de formación y proyección colectivas, como por ejemplo, por medio de aulas abiertas, talleres, exposiciones, seminarios, asambleas y publicaciones en diversos formatos. Actualmente su actividad utiliza el ciclo productivo de las siguientes instancias y elementos: el trabajo con las bases comunitarias, la construcción y montaje audiovisual de la creación política colectiva más la dinámica de socialización en la misma comunidad y viceversa, como trabajo de arte abierto circulando en un entramado de memoria y lugar.
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1 Ver: http://www.archivomaestranzabaron.blogspot.com/ 2 HOBSBAWM, ERIC. En torno a los orígenes de la revolución industrial. Siglo XXI Editores, XIX Edición, Madrid, 1988. Para profundizar la formación del trabajador y su realidad durante el proceso industrial, ver también: THOMPSON, E.P. La formación de la clase obrera en Inglaterra. Crítica, Barcelona, 1989. 3 LEFEBVRE, HENRI. Espacio y política. Ediciones Península, Barcelona, 1976. De sus páginas 151-152, se extrae: “(…) Abrir amplias avenidas para permitir la circulación de los coches y de los batallones, para facilitar el tiro de las ametralladoras. Y también para alejar a los trabajadores del centro de la ciudad hacia las zonas periféricas, los futuros arrabales. ¿Contradicción del espacio? ¡Así es! A partir de ese momento, la estrategia apunta al robustecimiento del centro urbano político, el centro de las decisiones. Al propio tiempo, lo deteriora, lo degrada en tanto que centro. Ya Haussmann ha resquebrajado irremediablemente el admirable espacio parisiense: la doble dirección de las calles (para los vehículos privados, los del traslado de mercancías y los de transporte público) y de las aceras (prohibidas a la circulación rodada y reservadas a los transeúntes y paseantes) (…) Los obreros, expulsados hacia los barrios y comunas periféricas se volvieron a apropiar del espacio del que les había excluído el bonapartismo y la estrategia de los dirigentes. El espacio se ha tornado instrumentalista (…)”. Ver también: ALVAREZ, LUIS - Origen de los espacios públicos en Valparaíso, el discurso higienista y las condiciones ambientales en el siglo XIX. Revista de Urbanismo No.4, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile, 2001. Revisar el concepto de “ciudad higiénica” para ciudades puertos cosmopolitas como Valparaíso, donde se ampara la teoría de las topografías médicas y de urbanistas como Owen y Fourier. Como dirá el autor en su introducción, en la página 2: “(…) Esta difusión es producto de su inclinación por ver en la higiene un objetivo y también un recurso igualador, fundamento del Socialismo Romántico del siglo XIX, que tendrá en Valparaíso alocuciones importantes por parte de Francisco Bilbao en el diario “La Gaceta del Comercio”, antes de emprender viaje a Europa”. Por su parte, el arquitecto y urbanista, Juan Mastrantonio, plantea que “(…) el reconocimiento, por intermedio de la UNESCO, de la nominación como Sitio, Patrimonio de la Humanidad y, paralelamente, la inclusión de sus habitantes. En este reconocimiento no están involucrados sus habitantes, no saben qué significa, ni esperan ningún beneficio por tal nominación. Debemos aprovechar esta energía nueva como un factor de inclusión social(…)”. Ver también: MASTRANTONIO, Juan. Lineamientos para una planificación del patrimonio urbano de Valparaíso. Edición independiente, Valparaíso, 2006. En dicho documento, además, se menciona a conjuntos habitacionales vinculados estrechamente a la comunidad ferroviaria, como Balmaceda, Zenteno, Almendral, entre otros. 4 CALVELO, MANUEL. Comunicación para el cambio social. FAO, Roma, 2003 5 EXPOSITO, MARCELO. Prácticas artísticas / de comunicación audiovisual y transformaciones sociales. (Citado 19 Abril 2013), Disponible en web: http://marceloexposito.net/pdf/exposito_bogota.pdf 6 FREIRE, PAULO. La educación como práctica de la libertad. ICIRA-FAO, Santiago de Chile, 1971. 7 CUTIPE, ROCIO. El rol social del patrimonio: ¿Nos hemos olvidado de la gente?. Estrategias relativas al Patrimonio Cultural Mundial. La Salvaguarda en un Mundo Globalizado: Principios, Prácticas y Perspectivas. ICOMOS web archive, (Citado 28 Agosto 2012), Disponible en web: http://www.esicomos.org/nueva_carpeta/MADRIDACTAS_2002/315.pdf Ver también: MARTINEZ CASANOVA, MANUEL. Cultura popular e identidad: Una reflexión. Ponencia presentada en el Seminario Cultura y Desarrollo, La Habana, 2001. 8 EXPOSITO, MARCELO. Web (Citado 19 Abril 2013): http://marceloexposito.net/ 9 Entre ellas, la Sociedad Mutualista Santiago Watt, la Sociedad de Profesionales y Jefes de Servicio en Retiro de Ferrocarriles del Estado de Valparaíso y la Asociación de Jubilados Ferroviarios y Montepiadas de Valparaíso. Recomiendo al respecto, la lectura de: GREZ, SERGIO. La trayectoria histórica del mutualismo en Chile. Revista de Humanidades y Ciencias Sociales Mapocho, No.35, Santiago de Chile, 1994. Si bien al movimiento mutualista se le crítica generalmente su condición política “reformista”, es esa política la que ha permitido, incluso en y tras dictadura, que los ex trabajadores de la Maestranza tengan hasta el día de hoy los beneficios sociales que poseen, por lo que habría que producir una crítica ideologica contextualizada de la organización sociopolítica. 10 GARCES, MARIO. Recreando el pasado: Guía metodológica para la memoria y la historia local. ECO Educación y Comunicaciones, Santiago de Chile, 2002. 11 BAER, Alejandro y SCHNETTLER, Bernt. Hacia una metodología cualitativa audiovisual. El vídeo como instrumento de investigación social. Capítulo para: Aldo Merlino (ed.), Investigación Cualitativa en las Ciencias Sociales: Temas y problemas, Buenos Aires (en prensa). Enlace relacionado: Laboratorio de Vídeo-Análisis, TU Berlin: http://www.soz.tu-berlin.de/videolab Ver también: LOBETO, CLAUDIO. Reconstituir la memoria a partir de imágenes en movimiento. Instituto de Historia del Arte Argentino y Latinoamericano, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. (Citado 28 Agosto 2012), Disponible en web: http://www.antropologiavisual.com.ar/archivos/08-lobeto.pdf 12 JELIN, ELIZABETH. Los trabajos de la memoria. Siglo XXI Editores, Madrid, 2001. Ver también: POZZI, PABLO. Historiografía, historia oral, historia social: Para que algún día puedan ser libres. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. (Citado 28 Agosto 2012), Disponible en web: http://www.bibliotecaobrera.cl/wp-content/uploads/2009/03/art_para_pasquali2.doc Ver también: ARAVENA, PABLO. Los recursos del relato. Conversaciones sobre Filosofía de la Historia y Teoría Historiográfica. Teoría No.24, Facultad de Artes, Universidad de Chile, Santiago de Chile, 2010. 13 RICOEUR, PAUL. La vida: Un relato en busca de narrador. Ágora, Papeles de Filosofía, Santiago de Compostela, 2006. 14 Sobre la noción de “historia desde abajo”, recomiendo ampliamente la lectura de: HOBSBAWM, ERIC. History from below. Frederiek Krantz (ed.), Oxford, 1988. 15 PIZZI, MARCELA y VALENZUELA, MARIA PAZ. El ferrocarril de Valparaíso y la recuperación del patrimonio portuario industrial en una ciudad patrimonio de la humanidad. Ponencia presentada en el V Congreso de Historia Ferroviaria, Palma, 2009. Ver también: SEPULVEDA, ARMANDO. Historia social de los ferroviarios. FIFCH, Santiago de Chile, 1959. 16 AGUIAR, SANTIAGO. Rastros de los sindicatos y la clase obrera bajo la dictadura. Relación social de explotación / Estructura, sujeto y acción social. Cuadernos de Estudios del Trabajo No.9, Serie Apuntes de Teoría, Santiago de Chile, 2008. (Citado 28 Agosto 2012), Disponible en web: http://www.estudiosdeltrabajo.cl 17 ALVAREZ, LUIS; MASTRANTONIO, JUAN y DE NORDENFLYCHT, JOSÉ. Sistematización de los factores humanos económico físicos que concurren a la obsolescencia de los barrios de Valparaíso. Informe final del Proyecto DGIP-UCV, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Valparaíso, 1993. Ver también: ALVAREZ, LUIS y MASTRANTONIO, JUAN. Estudio y diseño de un plan de manejo del patrimonio urbano de la ciudad de Valparaíso. Informe final del Proyecto DGIP-UCV, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Valparaíso, 1999. 18 CALVELO, MANUEL. Web (Citado 19 Abril 2013): http://www.iicd-runa.org/pag5.html 19 GOBIERNO DE CHILE, MINISTERIO DE EDUCACION Y CONSEJO DE MONUMENTOS NACIONALES. Postulación de Valparaíso como Sitio del Patrimonio Mundial UNESCO. Cuadernos del Consejo de Monumentos Nacionales, Segunda Serie No.70, Santiago de Chile, 2004. 20 “Hacer films políticamente significa contribuir a la representación históricamente concreta de la realidad en su desarrollo revolucionario. El artista/cineasta debería descubrirse en el proceso de devenir-“proletario”. Debería también utilizar su trabajo para extender el devenir-artista del “proletariado” por medio de su participación masiva en diferentes formas de creatividad” . En VILENSKY, DMITRY. ¿Qué significa hoy hacer films políticamente? Godard proclamó en una ocasión que ya no era suficiente con hacer films políticos, sino que debíamos hacer films políticamente. (Citado 19 Abril 2013), Disponible en web: http://eipcp.net/transversal/0307/vilensky/es 21 Proyecto financiado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) a través del Fondo de Desarrollo de las Artes y la Cultura (FONDART) Regional 2013 Folio 8489: “Archivo Oral de la Maestranza Barón de Valparaíso”. Línea de Conservación y Difusión del Patrimonio Cultural, Modalidad Patrimonio Inmaterial.